Para hacer que una vivienda sea un espacio sostenible y respetuoso con el medio ambiente no hace falta renunciar a la comodidad o a las costumbres. El estilo de vida que comienza a surgir en nuestra sociedad demuestra que reducir el consumo de energía, reutilizar el agua o reciclar los plásticos, son los cimientos sobre los que se asienta el hogar de un futuro que ya está aquí.
- Buen aislamiento
Un adecuado aislamiento generará un espacio más eficiente energéticamente y, además, permitirá reducir la contaminación lumínica o acústica provocada por la luz artificial y el exceso de ruido de las calles.
- Autosuficiencia
Para reducir el impacto medioambiental y el consumo de energía existen diferentes métodos que pueden implementarse para generar energía verde. Entre ellos se encuentran los sistemas de geotermia, que aprovechan la temperatura del subsuelo bajo la casa; la energía termosolar, que utiliza placas llenas de un líquido que se calienta con el sol; o los sistemas de generación de energía por biomasa, muy utilizado en calderas de pellets.
- Segunda vida a los residuos orgánicos
No hay que olvidar las reglas de las tres R, donde reducir y reciclar cobran la misma importancia que reutilizar. Este último verbo puede aplicarse de igual manera a los residuos orgánicos que generamos en nuestra vivienda cada día
- Cuidado con el agua
La necesidad de cuidar del agua es urgente, pues como indica Naciones Unidas en su Informe sobre el desarrollo de los recursos hídricos mundiales 2021: «Se estima que para 2040 la demanda mundial de agua podría aumentar en más del 50%». Lo que demuestra que cambiar la forma de gestionar y consumir este recurso en una vivienda también forma parte del cambio.