El presidente Andrés Manuel López Obrador considera el alga como un “asunto menor”, el problema va al alza y ya causó una caída de la ocupación hotelera.
Además ha causado un mayor costo de los hoteleros para mantener las playas limpias.
Sin embargo Omar Vázquez, vio en el alga una oportunidad para hacer crecer su negocio de jardinería desde 2015, cuando las playas del Estado recibieron los primeros recales masivos.
Los primeros años utilizó el sargazo como abono y lo vendía a sus clientes en pequeñas cantidades, pero con el paso del tiempo, y al ver que cada día era más la cantidad que llegaba a las costas, se animó a realizar las primeras pruebas para hacer realidad uno de sus sueños de infancia.
Omar solo quería tener una casita de adobe, una que construyera con sus propias manos, por eso la hizo y hasta diseñó una más pequeña para los “aluxes”, duendes mayas que según la tradición cuidan las milpas y los terrenos y decidió escuchar consejos y gestionó todos los permisos para patentar el primer bloque de sargazo.
“Utilizo el sargazo como materia prima principal y de ahí se puede hacer todo el compostaje, toda la materia orgánica para lograr lo que hoy es el ‘sargablock’, el primer bloque de sargazo (para la construcción) en el mundo, patentado desde 2018”.
“Puede tener una durabilidad, en condiciones idóneas, con sus acabados y todo, de hasta 120 años. Casa Angelita está compuesta con 20 toneladas de sargazo húmedo, son 20 toneladas que equivalen a 2,150 bloques de sargazo.
La construcción de casas a base de bloques de sargazo es de los primeros proyectos que logran concretarse en el Estado.
Omar Vázquez considera que es un fuerte llamado de la naturaleza para proteger nuestros mares.
“Que hagamos conciencia, esto que está pasando con las playas, el mar es muy sabio y nos está diciendo algo”.
“Esta contaminación que hemos hecho durante muchos años…, es cuidar, es cuidar lo que tenemos”, concluyó.