En fechas recientes, se ha podido apreciar que el kiosco de la ciudad y puerto de frontera, del histórico parque central Quintín Arauz que en sus años de esplendor servía para recibir a quienes visitaban frontera, como para los habitantes que decidían convivir y disfrutar de una velada agradable así como probar los alimentos que se podían degustar en el Quiosco. A últimas fechas el lugar se ha convertido en un refugio para nuevos indigentes, quienes aprovechando que el famosos quiosco del centro del parque Quintín Arauz permanece en el abandono, luego de la remodelación millonaria que hiciera la administración de Aquiles Reyes y que en menos de dos años con la administración de Ramón Hernández dejó de funcionar, hoy es refugio para quienes andan vagando sin hogar al modo de parias.