Jaime Rodríguez Hernández, de 60 años de edad, originario de la Ranchería San Juanito Tres Brazos, en Centla, desde hace un año se quedó discapacitado debido a un derrame cerebral y luego una caída que le complicó el problema, al fracturarse un pie, pero pesar de esto sus familiares lo tiraron a la calle, sin embargo, su hija cobra la pensión por incapacidad a través del banco Bienestar que recibe del Gobierno Federal.
Entrevistado en el patio de un humilde hogar de una persona que trabaja como bolero en el parque de Frontera, quien lo rescató, dijo que había sufrido un derrame cerebral que le quito movilidad y después sufrió un accidente donde se quebró el pie derecho, y como es Diabético le tuvieron que cortar unos dedos del pie y a más de un año no ha recibido el tratamiento correcto, lo que lo mantiene en una silla de rueda, pero su hermano Juan Rodríguez, como también vive al día, le dijo que no lo podía cuidar porque ellos tienen que salir a trabajar, por lo que decidió ir con su hija Mónica al municipio de Paraíso, donde vive en casas de sus suegros.
Sin embargo, su hija Mónica le dijo que llegarían unos familiares de su esposo y por lo tanto ya no lo podía tener ahí, por lo que lo abandono en un parque en paraíso, donde pudo subsistir algunos días con el apoyo de la gente que pasaba por el lugar, hasta que decidió viajar a Frontera, donde encontró a su amigo Jonathan Izquierdo, que trabaja de bolero, que lo llevó a su humilde hogar para que comiera, asearlo y llevarlo al hospital que le vieran su herida del pie.
Destaca que en el hospital no le han querido atender como debe de ser y quien le brindo posada fue Jonathan Izquierdo, quien asegura que ya no lo puede mantener en su casa, ya que lo poco que gana en su trabajo como zapatero no le alcanza por atender las necesidades de su amigo, quien solicita el apoyo de las autoridades para que lo lleven a algún refugio y le atendían su pie.
El señor Jaime Rodríguez dijo que desde que le entregaron su tarjeta de la pensión de Bienestar, se la dio a su hija para que le ayudara a cobrarla ya que por su condición él no puede acudir al banco a cobrar, pero de este dinero el no recibe nada y ahora que con mucho esfuerzo fue a cobrar el último pago, en el banco le dijeron, que este ya había sido cobrado por la persona que había nombrado como beneficiaria, dejando su cuenta en ceros, por lo que se quedó sin su apoyo.