El rastro municipal en donde todos los días sacrifican ganado bovino para el consumo humano se encuentra en condiciones deplorables, sin luz, sin agua limpia y con el piso y el techo llenos de agujeros, el olor es casi insoportable, por más esfuerzo que se haga por lavar las partes que se usan no se logra siquiera tener un ápice de calidad, es muy probable que se contamine la carne que procede de su interior.
Este edificio viejo está a cargo de la Unión ganadera local desde hace casi 10 años, por sacrificar animales ahí el dueño de la carne paga de 80 a 90 pesos por res y esta tarde que nuestras cámaras llegaron a ese lugar de matanza vimos por lo menos seis animales listos para ser sacrificados, ese es un dinero que cobra la ganadera y hasta el momento no le han dado mantenimiento a ese rastro.
Como puede usted apreciar en estas imágenes, el techo, el piso y las paredes ya no son confiables ni soportarían una reparación sin caerse por partes, lo peor es que desde sus inicios este rastro envía todo desperdicio al majestuoso río Grijalva, sangre, estiércol, viseras y grasas, la contaminación que genera es tremenda, ahí el municipio no puede intervenir porque fue concesionado a la ganadera.
Los que sacrifican reses ahí, los ganaderos dijeron que existe la necesidad de otro rastro municipal con todas las características que se necesita para el manejo de la carne que es para el consumo humano, a partir del 25 de enero la jurisdicción sanitaria comenzará a supervisar la entrada de carne a las carnicerías, pero también sería bueno que mande a verificar una matanza, en el momento exacto en que se realiza para obtener datos reales de la forma como se llevan a cabo las matanzas.
