Aprovechando el descuido de la autoridades que están más interesadas en la Pandemia del Coronavirus (Covid-19), desde hace un mes, sobre la carretera que comunica a Frontera con la Playa el Bosque, unos particulares comenzaron a derrabar un área de acahuales a orilla del Arrollo el Maculis, que esta combinado con madera de mangle, especie que se encuentra en peligro de extinción y sin que ninguna autoridad intervenga.
Los particulares, que se ignoran quienes sean, pero que al parecer adquirieron unos terrenos que están frente a los que ocupa la Empresa Seriesa, a unos tres kilómetros al norte de Frontera, comenzaron a derribar las matas de mangles que existe en esta zona, ya que al parecer piensan convertir estos terrenos en potreros, sin respeta la madera de mangle que se está derribando hasta con maquinaria pesada y que se encuentra catalogada en peligro de extinción.
Campesinos de las comunidades de Rovirosa y la Victoria, guardando su anonimato, señalaron que en los últimos años las autoridades de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), mantienen en acoso a las familias que se dedican a la fabricación del Carbón Vegetal, a quienes les prohibieron continuar con sus actividades que era el sustento de su familia, inclusos algunos han sido encarcelados por exponerse a comercializar este producto.
Los manglares son ecosistemas dinámicos que proveen servicios ecológicos y económicos al ser humano ya que permiten el desarrollo de especies acuáticas durante sus etapas juveniles, y en un principio era aprovechada la madera para el comercio y para construcción de viviendas, y eran fuente de combustible al usarlos como leña o carbón, pero desde hace unos cinco años fue considerado como una especia en peligro de extinción y se prohíbe su tala.
