Quintín Arauz, es un pueblo indígena enclavado en un islote en el corazón de la Reserva de la Biosfera Pantanos de Centla, el cual durante muchos años ha sido marginado de los apoyos de los gobiernos y el único lugar del estado de Tabasco que para llegar se necesita cruzar en una panga por el Rio Usumacinta, donde desde hace 20 años los gobiernos estatales le han prometido construirle un puente, pero que solo ha quedado en promesas, pero esperan que en su próxima visita del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador lo logren.
Por eso sus habitantes, la mayoría bravos indígenas chontales, en varias ocasiones han encarcelados a funcionarios públicos. Como Napoleón Rodríguez Suárez cuando fungió como diputado local en 1995 y a Moisés Castillo Martínez cuando fue Secretario del Ayuntamiento durante el gobierno municipal que encabezó Romeo Benjamín García, así como José del Carmen Días López, que fungía como Secretario Particular del mismo ex alcalde.
Para llegar a Quintín Arauz hay que tomar la carretera que comunica a Centla con el municipio de Jonuta, unos 33 kilómetros al sur de Frontera, donde primero hay que tomar una panga para cruzar el rio Usumacinta y que tarda 30 minutos, pasar por la Colonia Nueva Esperanza y luego llegar al centro del poblado indígena, donde se ubica el Casino, un parquecito, la Iglesia católica San Francisco del Peal, la Escuela Primaria y el Colegio de Bachilleres.
Esta comunidad indígena, fue fundada a finales del siglo 16 como “La Isla”, posteriormente en el siglo 18 le fue nombrado “San Francisco del Peal”, pero Tomás Garrido Canabal le puso Quintín Arauz en 1937, ahí se pudo constatar que muchas de sus calles están en muy malas condiciones, incluso aún existen algunos caminos y otros tienen que cruzar en barandilla hasta la calle principal, desde 1910 no recibe mantenimiento y se encuentra con severos baches.
Aquí se pueden encontrar aún muchas viviendas de láminas y palmas, pues son personas que viven de la pesca y otros son campesinos que no tienen ni para poder mejorar sus viviendas y los programas de gobierno no les llegan a todos, pues el año pasado solo salieron beneficiados con la construcción de sus casas solo siete familias, que por cierto hasta la fecha se encuentran inconclusas, pues desde diciembre quedaron paradas las obras por falta del presupuesto, según comento José del Carne Salvador García, que vive en una casa de palma.
Este año le comenzaron a pavimentar con asfalto la segunda calle llamada Benito Juárez, pero aquí un grupo de al menos unas cinco familias que viven aisladas, señalaron que esta calle ya no la siguieron rellenado, faltando casi 100 metros para terminar, no obstante tienen que cruzar en una barandilla de madera que representa un peligro para los niños, pero los encargados de la compañía les aseguraron que ya hasta ahí llego la obra porque ya no hay presupuesto.
De los servicios publico el más deficiente es el de Salud y de acuerdo a doña Consuelo de la Cruz Salvador, el Centro de Salud que se encuentra en esta comunidad de al menos unos cuatro mil habitantes, el medico llega solo unas horas y luego de va, como este martes que llego a la nueve horas y se fue a las 10:30 horas, el lunes no llegó y además solo les entrega la receta porque el medicamento hay que cómpralos, las oficinas del Centro Integrador esta en pésimas condiciones y el parque de la comunidad todo enmontado, solo esperan la Llegada de Andrés Manuel López Obrador porque tienen la confianza que ahora si hayan beneficios, incluso la construcción del añorado puente y sacarlos de la marginación.