Siendo Frontera, unos de los Puertos con mayor importancia en la navegación marítima y fluvial del siglo pasado, donde se contaron con embarcaciones de velas y de vapor, dentro del Programa Subacuático que promueve el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), inicio desde la semana pasada en una primera vista, una investigación para poder rescatar restos de barcos que naufragaron en el siglo pasado y en el inicio del presente.
En entrevista, la historiadora marítima Flor Trejo Rivera, perteneciente a la Subdirección de Antropología Subacuática del INAH y que viene a cargo del proyecto de investigación de Arqueología Subacuática en el estado de Tabasco, que con otros integrantes de esta área, antropólogos e historiadores, debido a la enorme riqueza en la historia marítima y Náutica de Frontera, es que deciden iniciar con esta investigación en este región.
Agrego que el objetivo de esta primera temporada de trabajo es recopilar mucha información del potencial histórico del Puerto de Frontera, por lo que realizaron entrevistas con algunas personajes que tiene conocimiento sobre los tipos de barcos que operaron a principios del Siglo Pasado, como estaba conformado el comercio marítimo y fluvial, pero principalmente los lugares donde se registraron accidente navales para ver que artefactos navales se puede rescatar y que las nuevas generaciones reconozcan una historia que les pertenece y se sientan orgullosos.
Indicó que en esta primera visita la acompaña un grupo interdisciplinario, compuesto por historiadores y arqueólogos, donde juntos hicieron recorridos por el rio Grijalva hasta la desembocadura en el mar, para determinar en término de metodología como van a bucear, ya que este afluente es muy complicado, hay poca visibilidad, mucha sedimentación y corrientes muy fuertes, por eso optaron por buscar donde existe el potencial de esta investigación y regresar en los meses de marzo y abril para tener mejores condiciones de buceo.
Destacó que según los datos recabados por la gente mayor, en el rio Grijalva es donde se registraron más naufragios de embarcaciones y asociados a un periodo de principio del siglo XX, como un chalan que se encuentra hundido en el rio y un barco en la laguna El Viento, pero las condiciones del Rio no les permitieron realizar una prospección.
Indicó que llegaron a Frontera el pasado 24 de noviembre y este tres de diciembre se regresan a la ciudad de México para procesar toda la información obtenida y sumarlas a otro tipo, como Cartográficas y Geomorfológicas para poder establecer área de búsqueda, ya que las costas de Tabasco tiene una movilidad muy amplia y principalmente en Frontera la tierra le está ganando al mar, por lo que muchos barcos que naufragaron estén bajo tierra y entonces se tiene que aplicar otra metodología.
Aquí también participan el Historiador Raúl Tapia, el cual se encarga de investigar en archivo de naufragios históricos que existen en esta área y las tipologías de buques, por su parte el historiador Eduardo Soto, se encarga de investigar el movimiento de la Antigua Aduana Marítima en conjunto con la Arqueóloga Cristina Trejo, para investigar la cultura material, más bien que es lo que transportaban los barcos, así como el Arqueólogo Gustavo García, quien maneja la fotometría. En este sentido y para concluir su primera vista se tomaron fotos de piezas antiguas que existen en la antigua Aduana Marítima como una campana, unas cajas fuertes, la campana que existe en el Palacio Municipal y el Cañón que se encuentra en el Parque Central Quitón Arauz, piezas que fueron
